Agujetas...¿"de color de rosa"?
"Uf, qué agujetas tengo" ¿quién no las ha sentido y sufrido? Cuando estamos una temporada sin hacer ejercicio, nos pasamos en el entrenamiento o realizamos algún esfuerzo que suponga un movimiento repetido.... ¡APARECEN! Pues estas son las principales causas de su aparición.
Las agujetas o también conocidas como "dolor muscular de origen retardado" son algo completamente natural y no tenemos por qué temerlas, aunque sí pueden llegar a ser muy molestas y dejarnos ¡completamente baldados!
¿Qué es lo que sucede?
Se produce una reacción inflamatoria en respuesta a micro-lesiones musculares que se producen al no estar adaptados a la intensidad del ejercicio; micro-roturas en las fibras musculares. Estos se vuelven sensibles al tacto, estiramiento o al movimiento.
Es una respuesta del organismo a la adaptación de la actividad física que lleva a una mayor resistencia y fuerza de los músculos implicados en dicha actividad, así como también mejora la capacidad para recuperarse de esfuerzos posteriores.
Los síntomas de estas pueden durar hasta 5 días, si sigue la fatiga y dolor tras estos días, sería recomendable valorar una posible lesión.
¿Cómo prevenir las agujetas?
- Ir progresivamente aumentando la carga: las rutinas de entrenamiento hay que empezarlas poco a poco (evitaremos posibles lesiones).
- Buen calentamiento.
- Saltos en el entrenamiento: empezar gradualmente realizándolos.
- Estiramientos: Al finalizar la rutina de entrenamiento, de los músculos trabajados.
- Estar en buena forma: suelen ser una señal de no estar en la mejor (si no es así, será por un aumento de la intensidad de entrenamiento).
¿Cómo aliviar las agujetas?
- Aplicar frío sobre la zona afectada para relajar las fibras musculares.
- Masaje con aceite de lavanda.
- Realizar el mismo tipo de ejercicio, aumenta el riego sanguíneo en la zona afectada aliviando en cierto grado el dolor.